Se acercan las elecciones en Castilla y León y ya estoy en pánico total.
Terror porque tengo que escoger al mejor representante posible para mi comunidad.
Uno que piense en lanzar a CyL en el siglo XXI .
Uno que no piense solo en hocicar en el pesebre y colocar, de paso, a todos sus amigos.
Uno que se de cuenta de que, por poco que le gusten los coches, las empresas automovilísticas y sus derivados son de las pocas que resisten en nuestro territorio y deje de hacer el payaso con peatonalizaciones salvajes.
Uno que no tenga ansia de quedar bien con Madrid a base de hundir el futuro de la región. Uno que crea que pensar en las pensiones de los abueletes no es incompatible con dar un futuro a los jóvenes. Uno que comprenda, finalmente, que el turismo está bien pero que no se puede apostar tanto a un sector que la pandemia ha demostrado tan endeble.
Uno que piense más allá de cuatro años.
Miro a los candidatos y no veo más que gente sobrada sin ideales que va haciendo "amigos" entre la gente "que cuenta" mientras que los ciudadanos de CyL guardan la naftalina en el cerebro y se dejan caciquear mientras sus hijos, sus nietos y todos los jóvenes de sus familias se va a buscarse las habichuelas a otra parte porque creen que es normal, que siempre ha sido así y que siempre será. Somos un pueblo tan resignado que es difícil hacer que crean que algo puede mejorar "Virgencita que me quede como estoy" aunque sea ciego, sordo y mudo. En esa mentalidad los abusones hacen su festín.
Estoy abrumada por las elecciones porque escoger al mejor para mi comunidad es mi responsabilidad.
