domingo, 19 de febrero de 2017

Roma en resumen

Galería Borghese
Visitar Roma puede ser como sacarse un Máster en hacer colas. Hay que llegar pronto a todas partes y aún así es fácil estar una hora o más haciendo cola antes de conseguir entrar. Pero hay sitios como la Galería Borghese que al tener un número clausus de visitantes y ser obligatoria la reserva, uno ya sabe a qué hora va entrar y cuándo va ha salir.
La visita a este impresionante museo requiere de un mínimo de dos horas y, si bien siempre hay gente, no hay aglomeraciones.
La galería está en el corazón del parque de Villa Borghese. Se puede entrar por varias partes pero las más frecuentadas son, la que empieza en Piazza del Popolo, o la que cogiendo un ascensor en Piazza de Spagna te deja muy cerca de la Galería.
La estructura alberga, en una primera planta un buen número de grandes obras escultóricas entre las que destacan las de Bernini: el David, el Rapto de Proserpina, Apolo y Dafne, Eneas, Anquisese y Ascanio y la cabra Amaltea.
Bernini es el gran escultor del barroco italiano y sus obras se encuentran prácticamente por toda Roma. Por la calle las podemos ver en la Fuente de los Cuatro Ríos, en la Fuente del Tritón, en la base del obelisco de la Piazza Spagna, en la menos conocida Fuente de las abejas.
Como no podía ser de otra manera, el escultor también tiene obra en varias iglesias romanas como el Éxtasis de la beata Ludovica Albertoni en San Francesco de Ripa. El Éxtasis de Santa Teresa en Santa María de la Victoria y naturalmente el diseño de la Basilia de San Pedro.
Pero las más interesantes se encuentran en Galería Borghese.

La colección más bella del mundo

Así fue definido este conjunto de obras maestras y no le falta razón ya que el cardenal Scipione Borghese inició la construcción del edificio y la adquisición de obras prácticamente al mismo tiempo con la intención, precisamente de poseer las mejores obras artísticas del momento.
¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que el cardenal que tenía, indiscutiblemente muy buen gusto, encargó obra a los mejores artístas de su época, como Bernini, pero que también decoraba las salas del palacio con lo mejor. Mármol de excelente calidad, frescos realizados por los mejores artesanos crean una decoración exquisita
y de super lujo que no tiene paragón. Era un hombre con un paladar ecléctico. 
El cardenal no se limitó a las esculturas, estucos, pavimentos de mármol con maravillosos motivos geométricos, también invirtió en pintura adquiriendo obras de los mejores artistas como Caravaggio, Tiziano y Rafael o Lucas Granach.
Lo curioso es que los temas más recurrentes no son de carácter religioso, como sería de esperar de un principe de la Iglesia sino que, la impresión que se tiene visitando la Galería, se acerca más a la que se tiene visitando un palacio de un principe con un decidido gusto por el desnudo de ambos sexos.
Scipione Boghese, que era sobrino de un Papa, empezó a coleccionar y construir en 1610 hasta su muerte en 1633. Lo bueno es
que su familia heredó, además de las obras y los
palacios, el gusto por el mecenazgo. Por ejemplo Camilo Borghese, el sufrido marido de Paolina Bonaparte, hermana de Napoleón, contrató al escultor Canova para que realizara una escultura de su mujer.
Lo que no sabía el buen hombre es que la escultura iba a ser tan explicita. Paolina como Venus Vencedora era un poco "demasiado" para este príncipe romano que nunca quiso exponer la obra a las miradas de los visitantes. 

La pareja, evidentemente, terminó separándose pero a nosotros nos queda una obra del neoclasicismo capaz de quitar el aliento. 
La familia Borghese no está estinguida ni mucho menos y ha dado que hablar en la historia reciente italiana. El caso más llamativo fue el de Juno Valerio Borghese que fundó una organización ultra fascista y que en 1970 se exilió en España después de haber sido acusado de organizar un golpe de estado.
Actualmente, los miembros de esta familia siguen perteneciendo a la élite romana y se frecuentan con lo "mejorcito de la sociedad", parece que incluso eran muy amigos del anterior Papa Ratzinger.
La Galería Borghese fue vendida por la familia al Estado italiano ya que mantener en correctas condiciones semejante patrimonio requiere una ingente cantidad de dinero. 
El Gobierno italiano pagó 3,6 millones de liras italianas en 1902.

Horarios

Se entra cada dos horas a partir de las 9 de la mañana hasta las nueve de la noche.
Los lunes está cerrado y también el 25 de diciembre y el 1 de enero.
Hay que dejar bolsos y mochilas en el guardarropa.
No se puede comer ni bebe (como resulta obvio vista la importancia de la obras) 
La entrada cuesta 15€
Para llegar se pueden coger los autobuses nº 5, 19, 52, 53, 63, 86, 92, 116, 204, 217, 360, 490, 491, 495, 910, 926. o coger el metro Línea A, bajar en la parada de Piazza Spagna y seguir las indicaciones para Villa Borghese - Via Veneto.


lunes, 13 de febrero de 2017

Napoles en museo

El Museo Nacional de Nápoles no es un museo moderno de esos que te hacen recorridos "didácticos" y que te quieren explicar la importancia de dos piezas importantísimas que tienen expuestas y que en algunos casos son copias.
El de Nápoles es un museo clásico con un montón de piezas espectaculares que hablan por sí mismas.

En un primer recorido se encuentra gran parte de la colección Farnesio de escultura.
Esta colección estaba en varios palacios que tenían los Farnesio en Roma y, originalmente, era propiedad del Papa Farnesio, Pablo III. Algunas cosas las compró y otras las requisó de colecciones más pequeñas, (que es un modo de decir que se las robó a alguien que no se pudo defender).Algunas las cogieron de las termas de Caracalla.

En Italia se dice que "lo que no hicieron los bárbaros, lo hicieron los Barberini" para explicar el inmenso expolio de obras de arte y el desmantelamiento del mármol que cubría los más importantes monumentos de época romana de Roma. Pero está claro que no fueron los únicos.

Tras la muerte del Papa, la colección fue pasando a sus familiares hasta que se extinguió la rama familiar directa y llegó a las manos de Isabel Farnesio, madre de nuestro Carlos III, que era también rey de Nápoles. La colección no vino a España cuando le coronaron rey de los españoles sino que continuó en Nápoles donde ya tenía un espacio propio.

El recorrido de Carlos III



El museo aloja varias salas de la época de este rey, pero la más interesante es la de la Meridiana. 
A finales del 1700, todos iban locos por la ilustración y por el desarrollo de las ciencias de ahí que se instalara, en una de las salas una impresionante meridiana solar de 27 metros de largo. Ésta, guiada por un rayo de luz que entra por una ventana, va indicando la constelación del zodiaco en la que nos encontramos durante todos los días del año.

Los restos de la hecatombe

Lo más interesante del museo no son estas impresionantes esculturas romanas. Que aún siendo magnificas tenemos ejemplares parecidos en otros museos italianos, sino las salas que dedican a los restos arqueológicos encontrados en Pompeya y Herculano.

Mosaicos, esculturas y lo más interesante: objetos de uso cotidiano de los ciudadanos que perdieron, algunos la vida, todos sus propiedades en la terrible erupción del Vesubio.

Hay mesas y sillas, pero también peines, cazuelas, copas e incluso trigo o alguna hogaza fosilizada por el tiempo. También se puede ver la estructura de una cama y los restos de varios libros (rollos de papiro) o incluso braseros.

También hay expuestos los frescos que adornaban las paredes de las villas, conservados en increíble buen estado y algunos de los mosaicos, es decir, los lujosos suelos de las casas. 
Uno de los más importantes es el que representa la victoria de Alejandro Magno contra el rey persa Darío. 
Es tan bonito que resulta difícil imaginar que alguien lo escogiera como suelo de su salón. Es como si hoy alguien pusiera en su casa la batalla de Napoleón en Waterloo.

Pero los gustos de esa época son muy diferentes de los nuestros como lo demuestran las piezas que han recogido en el gabinete secreto.
Si antes de ir al museo habéis visitado Pompeya o Herculano, os habrá llamado la atención los lupanares (Prostíbulos) que había. Más chocante resulta ver la cantidad de símbolos fálicos que ponían por todas partes, en teoría para conjurar la potencia viril que era, sin duda, la base de la cultura romana. A esto se añade una buena cantidad de frescos de carácter erótico bastante explícito.

Horario

El museo está abierto todos los días de 09:00 hasta las 19:30.
El día de descanso semanal es el martes y tampoco está abierto el 1 de enero, 1 de mayo y 25 de diciembre.
La entrada cuesta 12 €