Visitar Roma puede ser como sacarse un Máster en hacer colas. Hay que llegar pronto a todas partes y aún así es fácil estar una hora o más haciendo cola antes de conseguir entrar. Pero hay sitios como la Galería Borghese que al tener un número clausus de visitantes y ser obligatoria la reserva, uno ya sabe a qué hora va entrar y cuándo va ha salir.
La visita a este impresionante museo requiere de un mínimo de dos horas y, si bien siempre hay gente, no hay aglomeraciones.
La galería está en el corazón del parque de Villa Borghese. Se puede entrar por varias partes pero las más frecuentadas son, la que empieza en Piazza del Popolo, o la que cogiendo un ascensor en Piazza de Spagna te deja muy cerca de la Galería.
La estructura alberga, en una primera planta un buen número de grandes obras escultóricas entre las que destacan las de Bernini: el David, el Rapto de Proserpina, Apolo y Dafne, Eneas, Anquisese y Ascanio y la cabra Amaltea.
Bernini es el gran escultor del barroco italiano y sus obras se encuentran prácticamente por toda Roma. Por la calle las podemos ver en la Fuente de los Cuatro Ríos, en la Fuente del Tritón, en la base del obelisco de la Piazza Spagna, en la menos conocida Fuente de las abejas.
Como no podía ser de otra manera, el escultor también tiene obra en varias iglesias romanas como el Éxtasis de la beata Ludovica Albertoni en San Francesco de Ripa. El Éxtasis de Santa Teresa en Santa María de la Victoria y naturalmente el diseño de la Basilia de San Pedro.
Pero las más interesantes se encuentran en Galería Borghese.
La colección más bella del mundo
Así fue definido este conjunto de obras maestras y no le falta razón ya que el cardenal Scipione Borghese inició la construcción del edificio y la adquisición de obras prácticamente al mismo tiempo con la intención, precisamente de poseer las mejores obras artísticas del momento.¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que el cardenal que tenía, indiscutiblemente muy buen gusto, encargó obra a los mejores artístas de su época, como Bernini, pero que también decoraba las salas del palacio con lo mejor. Mármol de excelente calidad, frescos realizados por los mejores artesanos crean una decoración exquisita
y de super lujo que no tiene paragón. Era un hombre con un paladar ecléctico.
Lo curioso es que los temas más recurrentes no son de carácter religioso, como sería de esperar de un principe de la Iglesia sino que, la impresión que se tiene visitando la Galería, se acerca más a la que se tiene visitando un palacio de un principe con un decidido gusto por el desnudo de ambos sexos.
Scipione Boghese, que era sobrino de un Papa, empezó a coleccionar y construir en 1610 hasta su muerte en 1633. Lo bueno es
que su familia heredó, además de las obras y los
palacios, el gusto por el mecenazgo. Por ejemplo Camilo Borghese, el sufrido marido de Paolina Bonaparte, hermana de Napoleón, contrató al escultor Canova para que realizara una escultura de su mujer.
Lo que no sabía el buen hombre es que la escultura iba a ser tan explicita. Paolina como Venus Vencedora era un poco "demasiado" para este príncipe romano que nunca quiso exponer la obra a las miradas de los visitantes.
La pareja, evidentemente, terminó separándose pero a nosotros nos queda una obra del neoclasicismo capaz de quitar el aliento.
La familia Borghese no está estinguida ni mucho menos y ha dado que hablar en la historia reciente italiana. El caso más llamativo fue el de Juno Valerio Borghese que fundó una organización ultra fascista y que en 1970 se exilió en España después de haber sido acusado de organizar un golpe de estado.
Actualmente, los miembros de esta familia siguen perteneciendo a la élite romana y se frecuentan con lo "mejorcito de la sociedad", parece que incluso eran muy amigos del anterior Papa Ratzinger.
La Galería Borghese fue vendida por la familia al Estado italiano ya que mantener en correctas condiciones semejante patrimonio requiere una ingente cantidad de dinero.
El Gobierno italiano pagó 3,6 millones de liras italianas en 1902.
Horarios
Se entra cada dos horas a partir de las 9 de la mañana hasta las nueve de la noche.Los lunes está cerrado y también el 25 de diciembre y el 1 de enero.
Hay que dejar bolsos y mochilas en el guardarropa.
No se puede comer ni bebe (como resulta obvio vista la importancia de la obras)
La entrada cuesta 15€
Para llegar se pueden coger los autobuses nº 5, 19, 52, 53, 63, 86, 92, 116, 204, 217, 360, 490, 491, 495, 910, 926. o coger el metro Línea A, bajar en la parada de Piazza Spagna y seguir las indicaciones para Villa Borghese - Via Veneto.
Se nota tú pasión por esa espléndida ciudad. Maravillosa en cada plazita, en cada recoveco, que invita a visitarla una vez al año, como una peregrinación cuasi religiosa. Y tú resúmen de la Galería Borghese, es muy incitador... incitador para visitarla, porque no la conocia, y esto es un acicate para vistarla. Tiene unas esculturas, espectaculares, según estas preciosas fotografías.
ResponderEliminarUn saludo