lunes, 8 de junio de 2015

La Torre más famosa del mundo

Ya se ha escrito mucho sobre la Torre de Pisa, su belleza es indudable pero si no hubiera sido un error arquitectónico sería uno más de los hermosos campanarios que adornan las iglesias italianas.
Para nosotros resulta curioso esta separación. Por una parte el campanario que en nuestras iglesias forma parte del templo mientras que para los italianos, como para los musulmanes, informar sobre los momentos de culto, las fiestas y las muertes necesitan un espacio arquitectónico diferente.
Otra peculiaridad es que durante gran parte de la edad media, en Italia los campanarios no podían ser más altos que las torres de los ayuntamientos.
Esta es una forma muy poco sutil de subrayar la importancia del poder laico frente al religioso. Dato que se confirma con la instalación de los relojes, inicialmente de sol y posteriormente mecánicos que en Italia son patrimonio de los poderes laicos mientras que en nuestra cultura, el control del tiempo está, en general, en posesión de los campanarios de las iglesias.
El caso de la Torre de Pisa sigue esta política y se diferencia del templo y del baptisterio representando tres momentos diferentes, la información que ofrecen las campanas llamando a misa, el templo en donde se desarrollan los ritos y el baptisterio, lugar en donde se realizan las ceremonias iniciativas.

Su estructura

Bonanno Pisano, es según Vasari el arquitecto que en agosto de  1173 se ocupó de la obra.
Desde el principio se vio que algo no iba bien, en concreto a partir de la construcción del tercer piso que fue cuando se percibió que la tierra en la que se asentaban los cimientos no eran sólidos y la torre se inclinaba. Actualmente, tiene una inclinación de 4 grados que se ha estabilizado gracias a un impresionante trabajo de consolidación que duró casi 10 años e implicó a expertos de varios países.
La humedad del terreno, la proximidad del río Arno y las aguas subterráneas modificaban constantemente el centro de gravedad. No obstante esto, se continuó su construcción utilizando unas 15.000 toneladas de material incluido el maravilloso mármol blanco que la reviste de arriba a abajo.
Alcanza una altura de algo más de 55 metros desde la base, con ocho niveles o pisos que están adornados con 15 columnas. 
La entrada cuesta este año la belleza de 19 euros y no hay descuentos.
Entrar es una experiencia que merece la pena siempre y cuando no tengamos problemas para andar porque nos espera una escalera de caracol con 294 escalones completamente erosionados por los visitantes, estrechos y con una inclinación que no facilita la subida y hace que la bajada sea cosa seria.


Curiosidades


  • Se dice que Galileo Galilei que era pisano, realizó un experimento dejando caer una pluma y una piedra desde lo alto de la Torre para estudiar la caída de los cuerpos.
  • La Torre, el Duomo y el baptisterio forma la constelación de Aries.
  • La Torre de plaza de los Milagros no es la única torre inclinada de Pisa, el suelo con esa mezcla de arena y arcilla con un subsuelo de humedad variable, del que hablabamos antes, ha causado la inclinacion de otras torres y edicios como es el caso del campanario de la iglesia de San Nicolás en la Vía Santa María, cerca del Lungarno que tiene una inclinación de 2,5 grados y la iglesia y el  campanario de San Michele degli Scalzi en el Viale delle Piagge que tiene una inclinación de cinco grados.


  • La enemistad entre Pisanos y Livorneses está tan consolidada que en Livorno se dice que mejor un muerto en casa que un pisano en la puera "Meglio un morto in casa che un pisano all'uscio" Dicho que lo usan también los ciudadanos de la provincia de Lucca y es que los pisanos tienen fama de ser bastante ceporros. Por ejemplo mientras en el resto de Toscana la exclamación "Deh!" que sería tan polivalente como nuestro "Vaya!" los pisanos dicen "Gao!"  que suena bastante garrulo.


  • En ocasión de un partido de fútbol entre el Livorno y el Pisa, los pisanos embadurnaron la estatua de los cuatro moros, signo de identidad de los livorneses. En el partido de vuelta cientos de livorneses tomaron el tren cargados de pintura para devolver la cortesía a sus vecinos pisanos pintando de amaranto (el color de su equipo de fútbol). 

2 comentarios:

  1. En serio 19 Euros? y luego para que nos quejemos de los precios de nuestros museos

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  2. Podrías explicar el significado del dicho?

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